lunes, 22 de febrero de 2016

"CUENTOS BÍBLICOS, Pilares del Condicionamiento Cultural" por Carlos G. Hernández R.

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CUENTOS BÍBLICOS,

Pilares del Condicionamiento

 Cultural



El Judaísmo, el Islamismo y el Cristianismo, las tres religiones más importantes del mundo —en cuanto al número de creyentes se refiere—, tuvieron sus génesis en la religión hebrea antigua, la que a su vez, derivó de otras tradiciones, aun más primitivas. Estos tres sistemas de creencias tienen un evidente pasado politeísta, que sus altas jerarquías quieren ocultar a toda costa, e incluso, negar. Por supuesto que el Cristianismo, hijo histórico del judaísmo de comienzos de la era actual, se ufana de que es una religión monoteísta, pues rechaza y niega, rotundamente, la existencia de otros dioses o divinidades. Pero visto desde una perspectiva independiente y crítica, las evidencias invitan a pensar que, en realidad, es una religión politeísta que quiere ser monoteísta, pero sin conseguirlo a plenitud.

La Biblia es la fuente literaria de la religión Cristiana que contiene las sagradas escrituras del cristianismo. La Biblia es un conjunto de libros inspirados por Dios, que constituye el manual de fe y vida para todo cristiano

Para el creyente judeo-cristiano, la Biblia es la palabra de Dios, realizada por hombres elegidos bajo inspiración divina. Estos hombres, movidos por el Espíritu Santo, escribieron acerca de Dios con palabras de sabiduría enseñadas directamente por el Espíritu del Creador. Se trata de una obra eminentemente espiritual que los creyentes interpretan como la forma que tuvo Dios de revelarse a sí mismo y manifestar su voluntad de salvación de la Humanidad, además de su carácter y atributos. Para los creyentes cristianos, la Biblia es la principal fuente de fe y doctrina en Cristo.

La Biblia es un libro que se supone sagrado; sin embargo, presenta numerosas casos de imprecisiones, contradicciones e incongruencias. Una de esos temas bíblicos oscuro, además del obvio politeísmo en los origines en las religiones judeo-cristiana, es el referente a la discriminación y desvalorización cristiana en contra de la mujer. Como ejemplo de esto, veremos a María Magdalena, la mujer de quien se sabe muy poco, pero que todas evidencias indican que su vida debió haber sido muy apasionante al seguir los pasos de aquel que fue llamado “El Hijo de Dios”. Ella fue una de las muchas mujeres que, a través de la historia, han sido “victimas” de la incomprensible e intolerable misoginia religiosa fundamentada en unos supuestos “escritos sagrados” inspirados por el “Espíritu de Dios”. Los “escritores bíblicos”, pese a decirse inspirados por Dios, no dejan de ser productos genuinos del condicionamiento cultural vigente en cada época.

Por otra parte, existen muchas personas en el mundo que creen, a pie juntillas, que existe una íntima relación entre el movimiento de los cuerpos celestes y la vida de los seres humanos. En concordancia con un gran principio cósmico, o filosófico, o esotérico, o espiritual, o religioso, o simplemente científico, que asegura que “Como es arriba, es abajo” debe haber una conexión entre los seres humanos y el resto del Universo, ya que todos formamos parte de un todo integral.

De igual manera, sabemos que todo lo que nace debe morir, debe ser superado. Esa es una ley natural. El dios judeo-cristiano —que los ciudadanos occidentales heredamos simplemente por el hecho de haber nacido en esta parte del mundo—, ya tiene más de dos mil años de vigencia, de permanencia como dios indiscutidos de la Creación. Así mismo, nos acercamos al inicio de una nueva era: la era de Acuario. ¿Qué le deparará esta nueva era al hombre terrestre? ¿Seguirá sintiendo le necesidad de adorar a un dios? ¿Seguirá el terrícola adorando a las mismas divinidades de la vieja era? ¿Seguirá el hombre occidental sometido a los mismos sistemas de creencias? ¿Habrá un nuevo dios? En nuestro trabajo tratamos de aportar alguna luz al respecto

sábado, 29 de agosto de 2015

CHASCARRILLOS DEL ABUELO (Parte III) Por carlos G. Hernández R.

BIENVENIDOS A MI BLOG
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¡PRIMERO MUERTO QUE CACATÚO!
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CHASCARRILLOS DEL ABUELO (Parte III)
Por Carlos G. Hernández R.
El obispo y el cura que bautizó a un perro
Un hombre acude a su parroquia y le dice al párroco:

- ¡Buenas tardes! ¡Venía a ver si me bautizaba usted al perro!
El cura, sorprndido, replica un tanto molesto:

- ¿Pero qué dice, majo?   ¡Que los perros no se bautizan, hombre!, ¡Se pueden bendecir el día San Antonio, pero nada más, si usted quiere.

- No, no. Yo quiero que lo bautice.

- ¡Que le digo a usted que no!....¡hombre!.

- Padre, es que el perro es como de la familia...  además si lo bautiza le dejaremos a la parroquia un donativo de 10.000 €.

 - ¡Bueno!,  la verdad es que... si me lo trae ahora..., ¡pero rapidito! ¿eh?.


El Obispo y el cura que bautizó un perro
Fotografía tomada de Internet
Total, que al final, el cura bautizó al perro.

A los dos meses viene el obispo de visita y se fija en el nuevo órgano, en el nuevo retablo, en los nuevos bancos y le dice al párroco:

- ¿Pero no me habías dicho Tú que la parroquia estaba mal de economía?

- Si... pero... (llorando) Señor obispo, no se lo puedo ocultar, un hombre me ofreció pagar si le bautizaba a su perro y acepté. ¡Buuuuaaaaaa!
El señor Obispo, asombrado, casi pega el grito en el cielo y muy molesto, dice:

- Pero... ¿Tú que has hecho, insensato?  ¿Administrar un sacramento a un animal? ¡Hombre!   ¡Por Dios, coño!  ¡Que eso va contra los preceptos de la Iglesia, joder!  ¡Mal cura!, ¡desgraciado! ¡Ignorante! ¡Judas!.....
Luego, después de unos segundos de reflexión, el Obispo pregunta: ¿ y se puede saber por cuánto se lo bautizaste?

- ¡Por 10.000 €, Señor obispo!

- ¿Eh?... ¿10.000 €? (más tranquilo)

- Y... ¿no te dijo nada de la primera comunión?

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Oíd que rápida solución halló Poro, rey de los persas, para acabar con el hambre en su reino


"Donde un pobre muera de hambre dentro de nuestros muros, tomaré por cada pobre un rico. Y en la prisión también él morirá de hambre".

Cómo acabar con el hambre en el mundo explicado por un rey persa
Fotografía tomada de Internet

Nadie murió de hambre en aquel país. Y los ricos no tuvieron que pasar hambre con los pobres, sino repartir algo de su abundancia.

Tomado de "El Arte de la Estrategia 

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Una pareja se conoce en un bar. Después de dos copas, ella, muy loba y vanidosa, pregunta:
- ¿Qué edad crees que tengo?
El hombre, entornando los ojos, la mira fijamente. Unos instantes después, responde:
- Por la mirada, 25 años. Por tu piel, unos 20. Por ese cuerpo, 18.
- ¡Madre mía! ¡Tú si que sabes seducir a una mujer! Y ahora, ¿qué vas a hacer?
- ¡¡La suma!!
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Un  niño de 3 años mirando su pequeño miembro viril mientras se bañaba, pregunta a su madre:.
-  “Mamá”  ¿Éste es mi cerebro?
La mujer, sonríe y exclama:
- ¡Todavía no!
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Un mensaje público de Seguridad Ciudadana:
Por favor, tengan cuidado de sí mismos. Un estudio reciente conducido por el Departamento de Salud y por Departamento de Vehículos a motor, indican que el 23 % de los accidentes de tránsito estaban relacionado con el consumo de alcohol. Esto significa que el remanente, el 77 5 de los accidentes son causados por aquellos cara de culos que beben café, bebeidas energéticas y saludables, jugos, yogures y mierdas como estas. Por lo tanto, cuídese de aquellos que no beben alcohol, pues causan accidentes tres veces más que los otros
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Una  viejita, en la mitad de un servicio religioso, se inclina y le dice al oído al  esposo:
- Me acabo de tirar un pedito silencioso… ¿Qué  hago…?
Y el marido  le responde:
- Ahora nada, pero después cámbiale las pilas al  audífono.
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Una reportera de CNN escuchó hablar de un viejito Judío, que había estado yendo a orar al Muro de las Lamentaciones por mucho tiempo, todos los días, dos veces por día...
Ella lo observó mientras el viejito oraba.
Después de 45 minutos y cuando el viejito se estaba por ir, ella se acercó para hacerle una entrevista.
- ¡Discúlpeme, señor! Soy Rebecca Smith, reportera de CNN ¿Cuál es su nombre?
- ¡Moshe Cohen! - respondió el hombre.
- ¿Por cuánto tiempo ha venido Ud. señor, al Muro?
- ¡Por alrededor de 60 años!
- ¡60 años! ¡Es asombroso! ¿Y por quién o por qué cosa reza?
- Rezo por la paz entre cristianos, judíos y musulmanes. Rezo porque terminen todas las guerras y los odios entre la gente. Rezo para que los niños crezcan como adultos responsables, amando a sus semejantes.
- ¿Y cómo se siente Ud. tras estos 60 años de rezos continuos?
- ¡Como si le hubiera estado hablando a una pared!
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En un juicio. Dice el fiscal al acusado:
- A ver, ¿por qué disparó dos tiros contra su suegra?
- ¡Porque no tenía más balas!
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Jaimito fue con su padre al campo a una venta de caballos. Él veía como su padre iba de caballo en caballo, acariciándoles la cabeza, el lomo y las piernas.
Jaimito le pregunta con curiosidad para qué hacía todo eso con cada uno.
- ¡Es porque quiero ver cuál es el mejor de todos para comprarlo!  —responde el padre.
- ¡Entonces deberíamos volver pronto a casa! - dice Jaimito.
- ¿Por qué?, pregunta el padre
- ¡Porque entonces el cartero debe estar queriendo comprar a mamá!
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Dos tontos se encuentran en la calle, y uno le pregunta al otro:
- ¿Qué llevas en esa cesta?
- Y el otro responde:
- Si lo adivinas, te doy un racimo.
- ¡¡¡Croquetas!!
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- Almirante, observo quince carabelas aproximándose.
- ¿Una flota?
- No, flotan todas.
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Dos madres se encuentran en el rellano de la escalera y una le dice a la otra:
- ¿Que tal tu hija?
La otra contesta:
- ¡Ay, de maravilla! Después de hacer la entrevista para ese trabajo que te dije la cogieron, en 2 semanas la han ascendido de administrativa a jefa de sección, el jefe le ha dado un coche de empresa y ahora le va a alquilar un apartamento cerca de la oficina para que tarde menos en llegar al trabajo.
- ¿Y la tuya?
- Pues la mía, igual de puta, ¡pero con menos suerte!
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Una mujer se encuentra a su marido con un matamoscas en la mano:
- ¿Qué haces?
- Matando moscas.
- ¿Y has matado alguna?
- Sí, 3 machos y dos hembras.
- ¿Y cómo sabes si son machos o son hembras?
- ¡Porque 3 estaban en el vaso de cerveza y 2 en el teléfono!
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Dos amigas conversando:
- ¿Sabes que María se ha deshecho de 80 kilos de grasa inútil?
- ¿Ah, sí?
- ¿Y cómo lo ha hecho?
- Se ha divorciado
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Reunidos en una comida de campo, estaban varios burócratas y profesionales vanidosos:

El ingeniero ordenó a su perro:
¡Escalímetro, muestra tus habilidades!
El perro agarró un martillo, unas tablas y construyó él solo una perrera.


Todos admitieron que era increíble.

-El contable dijo que su perro podía hacer algo mejor:
- ¡Excel!  ¡Muestra tus habilidades!
El perro fue a la cocina, volvió con 24 galletas y las dividió en 8 pilas de 3 galletitas cada una.

Todos admitieron que era genial.

- El químico dijo que su perro podía hacer algo aún mejor:
- ¡Óxido! Muestra tus habilidades!
Óxido caminó hasta la nevera, tomó un litro de leche, peló un plátano, usó la licuadora y se hizo un batido.

Todos aceptaron que era impresionante.

- El informático sabía que podía ganarles a todos:
- ¡Megabyte, hazlo!
Megabyte atravesó el cuarto, encendió el ordenador, controló si tenía virus, mejoró el sistema operativo, mandó un e-mail e instaló un juego excelente.

Todos sabían que esto era muy difícil de superar.

Miraron de reojo al político y le dijeron:
- Y su perro, ¿qué puede hacer…?

- El político llamó a su perro y dijo:
-¡Diputado!  ¡Muestra tus habilidades!

Diputado se paró de un salto:
· Se comió las galletas,
· Se tomó el batido,
· Se cagó en la alfombra,
· Borró todos los archivos del ordenador,
· Dio por el culo a los otros cuatro perros,
· Ocupó la perrera con un título de propiedad falso, y luego alegó inmunidad parlamentaria



martes, 25 de agosto de 2015

"TROPEZANDO VARIAS VECES CON LA MISMA PIEDRA" (Parte I) Por Carlos G. Hernández R.

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TROPEZANDO VARIAS VECES CON LA

 MISMA PIEDRA

Por Carlos G. Hernández R.


Parte I

En relación con las próximas Elecciones Legislativas en Venezuela
Ante la actual situación de absoluto control de las instituciones democráticas por parte del actual régimen castro chavista, entre ellos, el mal llamado Poder Electoral, son pocas las opciones que tenemos aquellos venezolanos que no queremos seguir viviendo bajo un gobierno oprobioso,  destructor de la economía nacional y de la propia sociedad venezolana. Una de esas opciones es renunciar a este desastre y largarnos a otro sitio donde podamos vivir con cierta tranquilidad y podamos ofrecer mayores y mejores opciones a nuestros hijos. Otra opción es abandonar la lucha y dejar que las cosas fluyan con su actual dinámica, mientras nosotros tratamos de vivir lo mejor que podamos, adaptándonos a las terribles vicisitudes existenciales, que cada día serán peores, y cada vez, más duras. ¿Existe alguna otra opción? ¿Cuál es la mejor opción? Veamos:
¿Hemos de abandonar, por ilusorios y vanos, los sueños de desenvolvimiento, de bienestar y de paz con que, desde la infancia,  nos han alimentado a la mayoría de los venezolanos? ¿Es este el destino que le reservaba el porvenir a la nación que dio  inició a las guerras de emancipación hispanoamericana y la que pagó el más alto precio por la conquista de la libertad en Suramérica? 
¿Hemos de abandonar, por ilusorios y vanos, los sueños de desenvolvimiento, de bienestar y de paz con que, desde la infancia,  nos han alimentado a la mayoría de los venezolanos? ¿Es este el destino que le reservaba el porvenir a la nación que dio  inició a las guerras de emancipación hispanoamericana y la que pagó el más alto precio por la conquista de la libertad en Suramérica? 
Venezuela es un país lleno de posibilidades, pero también lleno de contradicciones. También su sociedad es altamente contradictoria y especialmente heterogénea en su manera de pensar.  La población venezolana no es uniforme. Tanto en su fenotipo como en la forma de pensar. Somos una mezcla de razas que, debido a las circunstancias especiales por las que debimos pasar en nuestro camino como nación, hemos conformado un pueblo lleno de virtudes y defectos que, pese a todo, creíamos tener un porvenir definido que nos llevaría, algún día, a convertirnos en una gran nación. Como mínimo, eso fue lo que pensaron los principales Padres de la Patria. Algunos de nosotros aún soñamos con un porvenir grande y luminoso para Venezuela y sus hijos. Un porvenir que nos permitiera sentir orgullo de poseer el gentilicio venezolano. Sin embargo, desde hace diecisiete años hemos padecido los embates de un gobierno de incompetente e incapaces conformado por un grupo de hombres y mujeres que parecen desear que renunciemos a esos hermosos sueños de paz, libertad y desarrollo.
Pero, ¿acaso alguna vez se concedió el triunfo a quien no sabe perseverar en el empeño? ¿Hemos de abandonar nuestro suelo a las devastaciones de la barbarie, mantener nuestros numerosos ríos navegables abandonados a las aves acuáticas y a los animales salvajes? ¿Hemos de dejar nuestras extensas y hermosas playas bañadas por el sol caribeño, y acariciadas por las suaves brisas marinas al son del vaivén de palmeras y cocotales? En vez de estar destruyendo el aparato productivo nacional y alejando a la inversión extranjera, debemos convocar al venezolano a abocarse al trabajo productivo y creador de riqueza y a la ciencia y a la industria foránea para que acudan en nuestro auxilio, para que vengan a asentarse en medio de nosotros, libre la una, de toda traba puesta al pensamiento y al trabajo; segura la otra, de toda violencia y de toda coacción.
Pero, ¡este porvenir no se renuncia así nada más! No se renuncia porque un ejército de muchos hombres guarde la entrada de la guarida de los delincuentes y malvados. No se renuncia porque la fortuna haya favorecido a un tirano durante largos y pesados años. La fortuna es ciega, y el día que no acierte a encontrar a su favorito o al heredero de su favorito, entre el denso humo y la polvareda sofocante de las vicisitudes de la vida nacional, ¡adiós tirano!, ¡adiós tiranía! No se renuncia porque todas las brutales e ignorantes tradiciones casi coloniales, hayan podido más, en un momento de extravío, en el ánimo de masas incultas políticamente hablando y con gran atraso en su desarrollo psicosocial. No hay que olvidar que  las convulsiones políticas aportan, también, la experiencia y la luz, y es ley de la humanidad que los intereses nuevos, las ideas fecundas y el progreso, superen finalmente las tradiciones envejecidas, los hábitos ignorantes y las preocupaciones estacionarias. No se renuncia al hermoso porvenir porque en un pueblo hayan millares de hombres candorosos que confundieron el mal con el bien, o millares de hombres malvados que tomaron, y toman, el mal por bien, o millares de hombres egoístas que sacan del mal, su provecho personal, o millares de hombres apáticos e indiferentes que miran y conocen el mal, y  lo ven sin interesarse y además se conforman con asumir la actitud del avestruz, o millares de hombres timoratos que, escasos de valor, no se atreven a combatirlo o alzar su voz de protesta, corrompidos en fin, que no conociendo virtudes, se entregan al mal por natural inclinación, o por depravación, o por indiferencia. No se renuncia porque en el país no solo hay presos políticos, sino también venezolanos inhabilitados en forma abusiva e ilegal para competir en elecciones de cualquier tipo. Eso no solo significa una violación a los derechos políticos de esos connacionales, sino también una violación al derecho de los venezolanos a elegirlos como su representante en la Asamblea Nacional. No se renuncia debido a la inexistencia de medios de comunicación, libres e independientes. Desde el inicio mismo de su mandato, con el embalsamado al frente, y ahora con su ignorante y procaz heredero dirigiendo el desastre, el régimen bolivariano ha creado un sistema de hegemonía comunicacional a través del cierre de medios, la persecución a periodistas y dueños de medios, la cancelación de licencias, o la compra de grandes medios por parte de los “boliburgueses” que actúan como agentes del gobierno o como “mamparas” de sus enriquecidos funcionarios. No se renuncia porque ya no existen canales de televisión o medios impresos de alcance nacional disponibles para la oposición. En este contexto, hacer cualquier campaña política, o institucional, y hacer llegar su mensaje a la gente, es una tarea casi imposible.  No se renuncia a la lucha debido a que aún seamos un pueblo semi bárbaro, semi atrasado, e históricamente fiel seguidor y admirador del caudillismo, un pueblo que en medio de su ignorancia o ingenuidad, aún permanece dispuesto a escuchar cantos de sirenas, sin importar quién los entone. No se renuncia a nuestros derechos por la circunstancia de que a pesar de  ser un pueblo que profesa, hasta el fanatismo, el culto al valor personal, tengamos unos dirigentes políticos opositores mediocres, vacíos, sin capacidad de convocatoria, acobardados, e incapaces de haber revertido —tras casi diecisiete años de desgracias y desatinos de un régimen tiránico como el que padecemos actualmente—, el rumbo de nuestro país.
De todo esto, siempre ha habido en todos los pueblos del mundo, pero no hay que olvidar que casi  nunca, el mal ha triunfado definitivamente. Sólo hay pocos casos que contradicen tal aseveración.  Tampoco se renuncia porque los demás pueblos americanos no puedan, o no quieran prestarnos su ayuda, porque sus gobiernos no ven de lejos sino el brillo del dinero en el poder organizado, y no distinguen, en la oscuridad humilde y desamparada de las luchas sociales por el rescate de los valores democráticos,  las grandes aspiraciones nacional que están forcejeando por desarrollarse en medio de tan difíciles circunstancias. No se renuncia porque los pueblos en masa, dirigidos por gobiernos genuflexos ante el poder del dinero, nos den la espalda a causa de que nuestras miserias y nuestra grandeza están demasiado lejos de su vista para que alcancen a conmoverlos. ¡No!  Por ese cúmulo de contradicciones y dificultades, no se renuncia a un porvenir tan inmenso, a una misión tan elevada como la salvación de la patria venezolana, el rescate de la Democracia y el rescate de los valores humanos en nuestro país. Las dificultades se vencen, las contradicciones se acaban a fuerza de contradecirlas. Queremos y deseamos un país verdaderamente libre y soberano.
Venezuela sufrió una dramática transformación.  Pero este cambio, lejos de ser un paso hacia adelante, fue una carrera hacia atrás, hacia el pasado, o algo peor. Desde el siglo XVI hasta inicios del siglo XIX fuimos colonia de uno de los países más poderosos de ese entonces. Hoy, gracias a la labor entreguista de un ser oscuro y despreciable, somos, para nuestra vergüenza,  colonia de una pequeña y miserable isla olvidada en medio del  Mar Caribe. Una isla con muchas menos opciones y pretensiones de las que nosotros podríamos habernos vanagloriarnos como país.
La naturaleza amable, dicharachera, trabajadora y pujante del venezolano ha venido siendo transformada radicalmente por la nefasta labor de un hombre y sus cortesanos secuaces.  Ahora, nuestra naturaleza —mostrada en las campañas publicitarias del oficialismo— es predominantemente campestre, ordinaria, ignorante, atrasada y bárbara.  La labor destructiva de un hombre cambióse, en esta metamorfosis, en arte, en sistema y en una política de Estado capaz de presentarse ante el mundo , como el modo de ser de un pueblo encarnado en un hombre que ha aspirado a tomar los aires  de un genio que domina los acontecimientos, los hombres y las cosas.  Este malvado y destructor sistema recibió, en su momento, los elogios más encendidos por parte de las encumbradas figuras políticas de la izquierda europea y americana, que el dinero, y los aportes financieros a organismos internacionales y partidos políticos de otros países, pudiera pagar.
El embalsamado, un humilde provinciano, con evidentes característica de poseer una personalidad psicópata, convencido de que había sido elegido por los dioses para ocupar un lugar superior dentro de la especie humana; un oscuro militar de carrera, sin mayores méritos académicos ni militares, que había ido dando tumbos por diversas vocaciones hasta que ingresó en el ejército y se hizo paracaidista, una carrera intelectualmente sencilla, socialmente segura y con una apreciable escala salarial y, especialmente, reconocimiento social, tuvo, entre sus principales características, ser un hombre señaladamente cobarde, bárbaro, embaucador,  falso, vengativo, y con grandes carencias afectivas, pero con una gran virtud: ser un consumado impostor de labia fácil, que supo lidiar y sobreponerse a todas las vicisitudes que se le atravesaron en el camino a su encumbramiento personal y a la consolidación de su omnímodo poder. Esta virtud, que muchos quieren ver como propia del espantadizo hijo de Sabaneta, tuvo su génesis, o mejor dicho, su base de sustentación, en una serie de factores que jugaron a favor de tan lamentable personaje: una inesperada y gigantesca  riqueza como nunca antes hubo en la historia de este país, y especialmente,  en el asesoramiento, y la nunca bien ponderada guía, de un viejo zorro de la política latinoamericana, el más hábil y consumado político que ha nacido en esta parte del mundo. Un hombre que se ha mantenido como dueño absoluto de su empobrecida isla caribeña por más de medio siglo, pese a los esfuerzos que, contra él y su gobierno, han realizado algunos gobiernos de la nación más poderosa del planeta.
Muchos de los admiradores del ahora miembro de la espiritual Corte Africana, incluso, algunos advenedizos que se hicieron pasar como sus adversarios, prestos a levantarle templos y altares de adoración en todo el territorio nacional, le otorgaron cualidades especiales como el de haber sido un hombre poseedor de un espíritu calculador, con extraordinario olfato político, que hacía el mal sin pasión y era capaz de organizar el despotismo con toda la inteligencia de un Maquiavelo tropical. Sin embargo, aún corriendo el riesgo de parecer injustos, debemos insistir que tales características realmente no existieron en un personaje con un historial personal oscuro, mediocre y de poca monta. El resultado  y manifestaciones de estas presuntas cualidades se debieron, absolutamente, a las ejecuciones, a pie juntillas, de los mandatos y orientaciones dictadas por su padrino —y en sus últimos años: guía espiritual y apoderado—: el celebrado gobernante antillano.
En los altares de adoración que se le han levantado en el sentir de un numeroso grupo de venezolanos, se le tiene como un hombre grande y noble. Y en medio de sus ignorancias y vilezas, sus cortesanos tienen  razón: el vil hombre ha sido grande para ellos, y en la misma proporción, también ha sido grande para la vergüenza de nuestra patria. No es fácil hallar una explicación sencilla a nuestra tragedia, sin tocar las fibras más íntimas del sentir venezolano. Y esta tragedia nace en el incuestionable hecho de que tal sujeto encontró, en esos millares de seres degradados que se uncieron a su victorioso carro, el apoyo que necesitaba para  llevar  nuestro país, con pasos lentos, pero firmes, por el camino del despeñadero. Venezolanos enceguecidos o ilusionados, de todos los estratos y posiciones, se prestaron para tirar del  lujoso carromato del nuevo caudillo y arrastrarlo por encima del bienestar del pueblo venezolano, de la destrucción de los valores de la sociedad venezolana, de la destrucción de la economía de un país y especialmente, de numerosos cadáveres de seres humanos que perdieron la vida a consecuencia de su cruenta e infausta intentona de Golpe de Estado del 4 de febrero, y  posteriormente, a manos de la criminalidad desatada  con apoyos y estímulos oficiales durante estos 17 años de desgracias y de penurias.
La grandeza histórica del embalsamado (algunos lo llaman el difunto), fue tal, que supo labrarse un puesto en la historia universal de los hechos increíbles: cual Cid tropical, firmó decretos y dictó resoluciones después de haberse presentado a las puertas del infierno solicitando su ubicación en una de las pailas donde crujen los dientes y el llanto es eterno. Su muerte, irreparable, representó un gran dolor físico y espiritual para sus seguidores, adláteres, paniaguados y cortesanos, quienes ahora reclaman al Dios Creador el haberles arrebatado a su segundo unigénito, el casi igualador de las glorias del mismo Jesús. El eterno embalsamado falleció pese a los esfuerzos de los médicos antillanos. Sin embargo, algunos comentarios de sus oligarcas opositores, ésta también pudo haber ocurrido en el tiempo y fecha convenientes para aquel genio de la política latinoamericana que, apercibido de las circunstancias políticas venideras, maniobró hábilmente para asegurarse de que este oportuno hecho ocurriera sólo después de asegurarse de que la elección del hombre que sucediera al moribundo en la presidencia de nuestro país, fuera el adecuado para sus propios intereses.
Nunca deberíamos olvidar que el famoso embalsamado, hombre bajo y rastrero, fue un celebrado botarate que, amparado en el omnímodo poder de una súbita y fácil riqueza que no le perteneció, disfrutó ampliamente de los placeres mundanos: viajó  con gran boato por todos los pueblos de Europa y de América, comprando a manos llenas plumas banales y fratricidas que le permitieran justificarse ante los pueblos del mundo, para que la prensa extranjera defendiera la labor del hombre malvado que había encadenado a la prensa de su propio país. De su vulgar heredero, ni siquiera vale la pena hacer referencia a semejante esperpento personaje de la política venezolana. Lamentablemente, según El Libertador, “Cada pueblo tiene el gobierno que se merece”  
Lamentablemente, según El Libertador, “Cada pueblo tiene el gobierno que se merece”.


¡AHORA LE CORRESPONDE A USTED, DECIDIR  CUÁL ES LA MEJOR OPCIÓN!


Por mi parte, le aseguro que ésta es mi bandera:




......    Continuará

Si les interesa leer una interesante historia novelada acerca del tema tratado en esta página, lea la novela "CLEPTOCRACIA EN LA SELVA" de Carlos G. Hernández R.


lunes, 24 de agosto de 2015

DIVAGANCIAS CUÁNTICAS Y SUS APLICACIONES: “NUESTRAS EMOCIONES Y LA REALIDAD” por Carlos G. Hernández R.

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DIVAGANCIAS CUÁNTICAS Y SUS APLICACIONES:

"NUESTRAS EMOCIONES Y LA REALIDAD"



En el mundo cuántico, las leyes que rigen el comportamiento de las partículas más pequeñas de la materia, que son, paradójicamente, no materiales, son distintas a las leyes que rigen los cuerpos macroscópicos. Existiendo, en ese campo, una extraña condición que genera un fuerte desafío a nuestro sentido común. Condición que lleva a la ruptura de sólidos paradigmas, en los cuales siempre hemos creído. Esta condición o ley cuántica, se denomina “superposición cuántica”, que es  una característica inherente a todo lo que existe en nuestro universo y que consiste en que nada existe de manera definida, clara o precisa. Nada es lo que parece. Todo lo que existe se encuentra, realmente, en un estado de probabilidad de existir, y además, de existir de diversas maneras. Parece mística o magia, pero no lo es. Es ciencia cuántica pura. Lo que nos parece más sólido y real, solo lo es  cuando una “conciencia” entra en contacto con el “sistema” y hace que en éste se produzca un colapso de onda, lo cual le da las características de existencia, a nivel de materia, a todo aquello que habitualmente  percibimos. Es pues, la unión de la “conciencia perceptora” con el estado nebuloso de superposición cuántica, lo que genera aquello que llamamos realidad.
Es decir, cada uno de nosotros crea su propia parcela de la realidad. Eso no significa que estemos creando la realidad. A partir de la realidad, a partir de ese inmenso flujo de energía, cada uno crea su propia porción de realidad. Toda la materia es energía condensada en vibraciones de diferentes frecuencias. Todos somos energía. Todos somos una sola consciencia, experimentándonos subjetivamente a nosotros mismos.
Una de las más importantes consecuencias de los conceptos postulados por la Física Cuántica, es que nuestra diminuta conciencia no es otra cosa, sino un destello ínfimo de la Conciencia Absoluta, semejante en condición, pero infinitamente lejana en intensidad o tamaño, a la que le da origen al universo. Conciencia diminuta, en efecto, pero que, al igual que la ola —que no es otra cosa sino una manifestación del inmenso océano—, es sólo una expresión o muestra, de algo inconmensurablemente más grande: la Conciencia Absoluta o Universal que permea y sirve de sustrato a todo el universo donde existen seres con la condición particular de poseer una conciencia individual y única. Conciencia que rige nuestra conducta y nuestras emociones, así como todas nuestras manifestaciones de seres humanos.
Por definición, la adicción es un hábito de conductas, o de consumo de determinados productos, especialmente drogas, y del que no se puede prescindir o resulta muy difícil hacerlo por razones de dependencia psicológica o incluso fisiológica.  Sin embargo, creemos que debemos complementar ese concepto de la forma siguiente: La adicción es la sensación de un flujo químico que se vierte por todo el cuerpo a través de toda una variedad de órganos y glándulas endocrinas, así como del líquido medular, que, sin fuerza de voluntad, no se puede detener.
La Psicología también nos dice que las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación a ciertos estímulos del individuo cuando percibe un objeto, persona, lugar, suceso, o recuerdo importante. Las emociones también son, entre otras cosas, reacciones instintivas que nacen del instinto de conservación y aparecen cuando la persona percibe algo que puede causarle un daño grave. Son un mecanismo de supervivencia. Pero, además, las emociones son la fuerza que impulsa al desarrollo y la evolución humana.
Cuando el cerebro activa sus pensamientos, se asemeja al paisaje de un nubarrón que acompaña la tormenta,  y la fisura sináptica es equivalente a la porción de cielo que hay entre  la tormenta y la Tierra.  Vemos esa oscura nube agorera, bullendo en el cielo y vemos los impulsos eléctricos que se mueven a través de ella, cual venas de luz eléctrica que luego vemos golpear el suelo. Pues bien, el cerebro se parece mucho a ese mismo nubarrón cuando está produciendo un pensamiento coherente. Nunca hemos podido ver el pensamiento. Lo que sí hemos visto es la neurofísica que se manifiesta cuando se forma este pensamiento. Lo que vemos es como una tormenta bramando alrededor de los diferentes sectores del cerebro. Esas son áreas que están trazadas en forma muy definida en el cuerpo cerebral y a las que una persona debe responder. Áreas que son activadas por una imagen holográfica: amor, ira, odio, rencor, compasión, etc. Los expertos sostienen que el cerebro no reconoce la diferencia entre lo que ve en su medio ambiente y lo que recuerda, ya que en ambos casos, son activadas las mismas redes neuronales específicas. También sabemos que el cerebro está compuesto de minúsculas células nerviosas llamadas neuronas. Estas neuronas tienen ramas diminutas que se extienden y se conectan con otras neuronas para formar una red neuronal.  En cada lugar donde se encuentran, se incuba un pensamiento o un recuerdo.
Las neuronas son un tipo de células del sistema nervioso cuya principal función es la excitabilidad eléctrica de su membrana plasmática. Son células altamente diferenciadas y especializadas en la recepción de estímulos y conducción del impulso nervioso (en forma de potencial de acción) entre ellas o con otros sistemas celulares como, por ejemplo, las fibras musculares de la placa motora. Las neuronas presentan unas características morfológicas típicas que sustentan sus funciones: un cuerpo celular, llamado soma o Pericarión Central; una o varias prolongaciones cortas que generalmente transmiten impulsos hacia el soma celular, denominadas dendritas; y una prolongación larga, denominada axón o Cilindroeje, que conduce los impulsos desde el soma hacia otra neurona u órgano final.
Una red neuronal se define como una población de neuronas físicamente interconectadas o un grupo de neuronas aisladas que reciben señales que procesan a la manera de un circuito reconocible. La comunicación entre neuronas, que implica un proceso electroquímico, implica que, una vez que una neurona es excitada a partir de cierto umbral, ésta se despolariza transmitiendo a través de su axón una señal que excita a neuronas aledañas, y así sucesivamente. El sustento de la capacidad del sistema nervioso, por tanto, radica en dichas conexiones. En oposición a la red neuronal, se habla de circuito neuronal cuando se hace mención a neuronas que se controlan dando lugar a una retroalimentación o feedback, tal como se define en la cibernética.
El cerebro construye todos sus conceptos por la ley de la memoria asociativa. Por ejemplo: las ideas, los pensamientos y los sentimientos están todos construidos e interconectados en esta red neuronal y todos tienen una posible relación de uno con el otro. El concepto y el sentimiento del amor, por ejemplo, están almacenados en esta amplia red neuronal. Pero construimos el concepto de amor a partir  de muchas otras ideas diferentes. Podemos imaginar que algunas personas tienen el amor conectado con la desilusión. Cuando esas hipotéticas personas piensan en el amor, por lo general, experimentan el recuerdo del dolor, de la pena, del enojo, e incluso, de la ira. Así mismo, la ira puede vincularse a una herida, la que a su vez, puede vincularse a una persona, que luego se conecta de regreso con el amor. Bajo este prisma, podemos preguntarnos: ¿Cómo es la disposición de tal persona hacia el amor? Para esas personas, ¿cuál es la realidad llamada Amor?
Para el cerebro, es tan real lo que ve como lo que siente. Fabricamos nuestra realidad desde la forma en que procesamos nuestras experiencias. Es decir, mediante nuestras emociones. Nuestra mente es poderosa, y adecuadamente entrenada, hace fielmente aquello que le indicamos, ya que  es obediente, ágil, rápida y tiene una excelente memoria. Tanto es así, que puede llegar a producir efectos en el organismo con sólo imaginar o pensar en algo que podamos hacer. Veamos ahora un ejemplo que ilustra nuestras afirmaciones: Imaginemos por un momento que vamos a la cocina, abrimos la nevera y sacamos un limón, cortamos el limón, lo llevamos a nuestra boca y dejamos caer unas gotas en nuestra lengua. ¿Qué está ocurriendo? ¿Qué sentimos en la boca? ¿Qué sentimos en la parte final de nuestra lengua? ¿Hemos sentido que de inmediato aumentó el proceso de salivación en nuestra boca? ¿Nos dimos cuenta que al hacer este pequeño ejercicio mental, nuestro organismo experimentó sensaciones ya conocidas?  Pero, lo más interesante es: ¿dónde está el limón? ¡Lo hemos imaginado! Esto es una prueba de lo que podemos experimentar a diario en nuestro organismo cuando constantemente creamos y recreamos situaciones en nuestra mente.
No existe una realidad objetiva que todos podamos percibir de la misma manera, sino que percibimos el mundo a través de un filtro formado por nuestros sentidos y nuestras interpretaciones. Podemos usar otro ejemplo como ilustración:
Si en el Metro o en el autobús, por ejemplo, alguien nos observa con el ceño fruncido, podemos pensar que esa persona tiene algo contra nosotros, e interpretar esa mirada como hostil. Pero tal vez lo que sucede es que esa persona está enfadada por algo que está pensando y que nada tiene que ver con nosotros. O simplemente está concentrada en sus íntimas preocupaciones. Nosotros no jugamos ningún rol en su particular película. Pero hemos observado un suceso o acontecimiento, luego hemos usado nuestro pensamiento para hacer una interpretación y finalmente, hemos llegado a una conclusión.
Pero aún hay más. Esa conclusión a la que hemos llegado, por lo general trae emparejada una emoción que variará en función de lo que pensemos. Por ejemplo, podemos  pensar:
1.- “Tiene algo contra mí, tal vez cree que le he hecho algo que no recuerdo. Creo que quiere hacerme daño y además es más fuerte que yo”. En este caso es muy probable que la emoción que generen estos pensamientos en nuestro interior, sea miedo.
2.- “Tiene algo contra mí, tal vez le he hecho algo que no recuerdo y ahora quiere hacerme daño, así que si me busca me va a encontrar, pues yo soy más fuerte”. En ese caso la emoción generada en nuestro interior, será de hostilidad.
3.- “No sé por qué me mira así, parece enfadado conmigo, esperaré a ver qué pasa”. En este caso se produce un sentimiento de ligera preocupación y nos ponemos en guardia, sin alarmarnos demasiado.
4.- “Parece que me mira enfadado, pero no lo conozco, no hay motivos para que esté enfadado conmigo, tal vez simplemente está enfadado y tiene así el ceño todo el tiempo”. En este caso, la emoción generada en nosotros, es más bien de curiosidad.
Como vemos, el mismo suceso puede dar lugar a emociones muy diferentes según nuestra interpretación de lo sucedido. Las emociones las creamos nosotros mismos con la interpretación que hacemos de la información que recibimos. Es decir, construimos modelos de cómo vemos el mundo fuera de nosotros. Y cuanta mayor y mejor sea la cantidad de información que tengamos, más podemos refinar nuestro modelo mental. Por lo tanto, lo que hacemos en última instancia, es contarnos una historia acerca de lo que es el mundo exterior.  Cualquier información que procesamos, cualquier información que absorbemos del medio ambiente, está siempre coloreada por las experiencias que hemos tenido y por una respuesta emocional que tenemos preparada para lo que estamos asimilando
Las emociones no son buenas ni malas. Ellas están diseñadas para reforzar químicamente algo en la memoria a largo plazo. Por eso es que las tenemos. Toda emoción genera un flujo de sustancias químicas impresas de manera holográfica en nuestro cuerpo. Hay una parte del cerebro llamada Hipotálamo que actúa como una mini fábrica de productos químicos. Este es un órgano que reúne ciertas sustancias químicas que combinadas, producen ciertas emociones que experimentamos. Son sustancias peptídicas, que no son más que pequeñas secuencias de aminoácidos que combinados producen o refuerzan los estados emocionales que experimentamos diariamente. Así que hay sustancias químicas para el enojo y para la tristeza. También hay sustancias químicas para la victimización. Hay sustancias químicas para la lujuria y otras emociones. Hay una sustancia química que coincide con cada estado emocional que experimentamos. Y justo en el momento en que experimentamos ese estado emocional en nuestro cuerpo o en nuestro cerebro, ese hipotálamo reunirá inmediatamente el péptido correspondiente, que luego es liberado a través de la pituitaria en la corriente sanguínea. En el mismo instante en que el péptido en referencia llega a la corriente sanguínea,  encuentra su camino a las diferentes partes o a los diferentes centros del cuerpo. Cada una de las células del cuerpo tiene abundantes receptores en su exterior (una célula puede tener miles de receptores) tachonando su superficie, como abriéndose al mundo exterior y cuando uno de esos péptidos se encaja en un célula,  literalmente como una llave en una cerradura, se ubica en la superficie del receptor,  y se adhiere a él, y como si fuera un timbre sonando, envía una señal a la célula, donde se activa todo el proceso que ya conocemos cuando estamos sometidos a un estado emotivo.
Fisiológicamente, las células nerviosas que se activan juntas, se conectan entre sí. Si practicamos algo una y otra vez, estas células nerviosas establecen una relación a largo plazo. Si nos enojamos diariamente, si nos frustramos diariamente, si sufrimos diariamente, si damos motivos para la victimización en nuestra vida, estamos reconectando y reintegrando esa conexión neuronal diariamente. Y esa red neuronal establece ahora una conexión de largo plazo con todas esas células nerviosas relacionadas. A esta conexión se le llama una “identidad”. También sabemos que las células que no se activan juntas, no se conectan. De igual modo, a largo plazo, ellas terminan perdiendo su relación, porque cada vez que interrumpimos el proceso del pensamiento, que a su vez, produce una respuesta química en el cuerpo, esas células nerviosas, inicialmente conectadas una a la otra, también comienzan a interrumpir su relación a largo plazo. Cuando observamos los resultados de este proceso de estímulos y los efectos que producen, entonces vemos que estamos en capacidad de actuar como una persona emocional consciente y con mente física, o como una persona que responde a su ambiente como si fuera un ente automático.
Un estímulo sensorial externo (palabra, imagen, olor, gesto, etc.),  se asocia con una conducta adquirida, la que origina o refuerza a su vez, nuevos estados mentales que activan procesos cerebrales de eficiencia, rechazo, bienestar, etc.  
La química del amor, por ejemplo,  es una expresión acertada para intentar explicar, desde el punto de vista biológico, las reacciones químicas que subyacen y motivan el mundo de sensaciones que se desencadena en nuestro cuerpo cuando nos enamoramos, aunque para los más románticos sea difícil de aceptar una explicación bioquímica del amor. En el libro “Relaciones Permanentes en un Mundo Cambiante”, de este servidor, se explica que, en la cascada de reacciones que ocasionan las emociones, hay tanto manifestaciones eléctricas   —descargas de pequeño voltaje entre las neuronas para comunicarse entre ellas y comunicar unos sistemas con otros y así coordinar las respuestas a los estímulos—, como aspectos químicos de por medio —descargas nerviosas, hormonas y otras sustancias que salen de los órganos y de las glándulas, y viajan por la sangre para participar en esa comunicación entre los órganos y las células—. Ellas son las que hacen que una pasión amorosa descontrole nuestra vida y son, además, las que causan buena parte de los comportamientos que identificamos con el estado de enamoramiento
Nuestras células “se acostumbran” a recibir  estos neuropéptidos que produce el cerebro en cada una de las emociones: ira, angustia, alegría, envidia, generosidad, pesimismo, optimismo, etc.  Al acostumbrarse a ellas, se crean hábitos de pensamiento. A través de los millones de terminaciones sinápticas, nuestro cerebro está continuamente recreándose; un pensamiento o emoción crea una nueva conexión, que se refuerza cuando pensamos o sentimos “algo” en repetidas ocasiones. Así es como una persona asocia una determinada situación con una emoción. Por ejemplo: una mala experiencia en un ascensor, como quedarse encerrado, puede hacer que el objeto “ascensor” se asocie al temor a quedarse encerrado. Si no se interrumpe esa asociación, nuestro cerebro siempre podría relacionar ese pensamiento-objeto con esa emoción y reforzar esa conexión, conocida en el ámbito de la psicología como “fobia” o “miedo”.
En realidad nadie nos hace daño. Ninguna situación nos provoca malestar. Somos nosotros mismos quienes nos hacemos daño con las cosas que pensamos. Si algo nos afecta, es porque tenemos una interpretación negativa interior, y aunque no seamos conscientes de ella, siempre la  tendremos con nosotros. Si somos capaces de detectar la evaluación negativa que hacemos y la cambiamos, nuestras emociones también cambiarán. Entrar en la estructura del pensamiento es una herramienta muy valiosa para cambiar las emociones, porque primero viene el pensamiento y dependiendo de cómo sea éste, así será después la emoción. Debemos eliminar las adicciones en nuestra vida. Para ello, la clave es tener controladas nuestras emociones. Nuestra opción está en hacer conscientes esas interpretaciones internas, y trabajar en ellas cada vez que recibamos información relacionada con la emoción en referencia.   
Tomemos como ejemplo la acción de una de las drogas adictivas más conocidas como es la heroína. Tras ser inyectada en el torrente sanguíneo, la sustancia se acopla a los receptores opiáceos de las células. —Estos son los mismos receptores diseñados biológicamente para recibir la endorfina, un tipo de neuropéptido producido por la glándula pituitaria y el hipotálamo en los seres vertebrados durante el ejercicio físico, la excitación, el dolor, el consumo de alimentos picantes o el consumo de chocolate, el enamoramiento y el orgasmo, y además, son similares a los opiáceos en su efecto analgésico y de sensación de bienestar—. Si en vez de recibir endorfinas, la célula recibe constantemente heroína, se hace adicta a la droga.
De una forma similar, las emociones estimulan la producción de péptidos o moléculas de la emoción, que se acoplan a las células ya que éstas poseen los receptores adecuados para recibirla. Con el uso repetido de la misma emoción, ocurre lo mismo que con el uso repetido de la heroína: los receptores opiáceos del cuerpo empiezan a esperar, e incluso a anhelar, ese péptido en particular y el cuerpo se hace adicto a esa emoción. Esto puede aplicarse a cualquier emoción (o droga) que causa adicción física en los seres humanos.
La Dra. Candace Pert, neurocientífica y farmacóloga estadounidense, descubridora del receptor opioide, lugares de unión estereoespecíficos saturables para los opioides y drogas afines, sostiene que lo que pensamos tiene una enorme influencia sobre nuestra salud: “La mente, las ideas y las emociones afectan a nuestras moléculas, a nuestra salud física, mucho más de lo que se creía”.  “La mente no domina al cuerpo, sino que se convierte en cuerpo. Cuerpo y mente son una sola cosa"
  A mediados de los años ochenta, un grupo de investigadores liderados por la Dra. Pert, descubrió que un grupo de péptidos (derivados proteínicos) son los mensajeros moleculares que facilitan la comunicación entre los sistemas nervioso, inmunológico y endocrino. Es decir, estos mensajeros conectan tres sistemas distintos en una sola red.
Siempre se había considerado que esos tres sistemas están separados y tienen funciones distintas. El sistema nervioso constituido por el cerebro y una red de células nerviosas, es la sede de la memoria, del pensamiento, de la sensibilidad corporal y de la emoción. El sistema endocrino, constituido por las glándulas y sus secreciones hormonales, controla e integra, como principal sistema regulador del cuerpo, diversas funciones corporales. El sistema inmunológico, constituido por el bazo, la médula ósea, los ganglios linfáticos y las células inmunológicas, es el sistema de defensa del cuerpo, responsable de la integridad de las células, de los tejidos y de los órganos.
  Las investigaciones de la Dra. Pert han demostrado que estas separaciones conceptuales ya no pueden mantenerse con una única red psicosomática. Los péptidos constituyen una familia de sesenta a setenta macromoléculas que tradicionalmente recibían distintos nombres: hormonas, neurotransmisores, endorfinas, factores de crecimiento etc. Actualmente se considera que en realidad forman una sola familia de mensajeros moleculares.  Estos mensajeros son cadenas cortas de aminoácidos que se fijan a receptores específicos situados abundantemente en las superficies de todas las células del cuerpo.
   Al unir los tres sistemas en una misma red, los péptidos son los mensajeros que circulan libremente por esta red alcanzando todos los rincones del organismo. Se transforman así en la manifestación bioquímica de la memoria, del pensamiento, de la sensibilidad corporal, de la emoción, de los niveles hormonales, de la capacidad defensiva, de la integridad de células, tejidos y órganos.
 Todas las partes del cuerpo y de la mente "saben" lo que está pasando en todas las demás partes del cuerpo y de la mente. Es un sistema de información integrado.
  Pero no es sólo eso. Los siguientes descubrimientos ampliaron aún más el concepto y la función de los péptidos. Resultó que las hormonas, supuestamente producidas en exclusividad por las glándulas, son péptidos que también se producen y se almenan en el cerebro.
 Un tipo de neurotransmisores llamados endorfinas, que, según se pensaba, eran producidas solamente en el cerebro, son péptidos y también son fabricados por las células inmunológicas. Se siguieron identificando más y más receptores de péptidos y se vio que prácticamente cualquier péptido conocido es producido en el cerebro y en varias partes del cuerpo simultáneamente.
  En palabras de Candace Pert:
"Ya no puedo hacer una distinción tajante entre cerebro y cuerpo".
Entre los varios trabajos importantes del equipo de la Dra. Pert, está el descubrimiento de que los péptidos son la manifestación bioquímica de las emociones. La mayoría de los péptidos, si no todos, alteran la conducta y los estados de ánimo, de tal manera que cada péptido puede evocar un tono emocional único.
 Los péptidos constituyen el lenguaje bioquímico universal de las emociones. El área cerebral relacionada con las emociones es el sistema límbico.
  El sistema límbico se encuentra muy enriquecido con péptidos, pero no es la única zona corporal rica en péptidos. La totalidad del intestino también está recubierto con receptores de péptidos. Por eso ocurre lo que de forma coloquial se llama "sentir con las tripas". Literalmente sentimos nuestras emociones con el intestino.
Existen variados estados emocionales destructivos y sus características son: las mismas situaciones una y otra vez; incapacidad para cambiar; sentirse impotente para crear algo nuevo;  ansias profundas de ciertas respuestas emocionales; tratar de convencernos a nosotros mismos que nunca haremos algo otra vez y hacerlo luego, poco tiempo después.
Los especialistas en Desarrollo Personal, insisten en que la clave para mejorar nuestro crecimiento y desarrollo personal, reside en la creación de nuevas redes neuronales, las cuales son el soporte en donde se almacenan nuestras creencias y recuerdos, y a partir de los cuales la mente subconsciente elabora nuestras respuestas para interactuar con el medio. Ya sabemos que una red neuronal es básicamente la estructura que se forma como resultado de la conexión entre células cerebrales o neuronas. Insistimos: el propósito de dicha conexión, es el de almacenar información proveniente del exterior o de nuestros propios pensamientos.
Está comprobado científicamente que varias redes neuronales compiten entre sí para desarrollar una determinada tarea y esta es la razón por la que, cuando intentamos crear un nuevo hábito o costumbre, podemos caer fácilmente en el hábito antiguo. Por ejemplo, alguien que se ha propuesto bajar de peso, decide ingerir sólo alimentos de bajo contenido en calorías. Sin embargo, esa persona puede caer fácilmente en la tentación de interrumpir ese propósito, porque las redes neuronales que producen el viejo hábito, son más fuertes que las nuevas que se quieren establecer. Para que las nuevas redes neuronales puedan competir favorablemente con las viejas redes, es necesario que alcancen una determinada masa crítica, es decir un tamaño adecuado, a partir del cual su fuerza sea mayor que la de la red ya establecida. Para alcanzar esa masa crítica, se requiere utilizar todos los medios disponibles.
Entre los medios disponibles para hacer crecer rápidamente una red neuronal, el más poderoso, sin duda, es la memoria implícita (memoria no consciente) la cual se produce al ejecutar una acción. Mediante este proceso  —aseguran los expertos en el tema—, podemos aprender y fijar la mayor parte de lo que ahora somos.
La memoria implícita se crea de manera subconsciente en nuestro cerebro a través de la acción y la repetición. Ello significa que para alcanzar el desarrollo personal, no es suficiente con adquirir nuevos conocimientos de manera consciente. La vía rápida para el desarrollo, es la adquisición de nuevos conocimientos de manera subconsciente. Esto se debe a que el módulo de la consciencia solo controla una pequeña parte de nuestro cerebro (algunos señalan el 2 %)  y en contra parte, la mente subconsciente representa casi la totalidad del cerebro, (el 98 % del área cerebral).
Los especialistas aseguran que los hábitos se crean a partir de la repetición constante y continua de  la acción que nos permitirá adquirir la nueva  conducta, o conocimiento deseado. La función de la consciencia, consiste en vigilar que ejecutemos esa acción, pero el mayor trabajo le corresponde a la mente subconsciente. Visto lo anterior, se puede afirmar, que el desarrollo personal tiene que ver más con la constancia que con la consciencia. La función de la consciencia es elegir y vigilar los nuevos hábitos, pero la creación de estos, se hace de manera subconsciente en su mayor parte. El desarrollo de este tema será material para otro trabajo. Por ahora, lo dejaremos hasta aquí.
El texto anterior ha sido extraído del libro "DIVAGANCIAS CUÁNTICAS", de este mismo autor y el cual puede ser adquirido a través de Amazon. com