martes, 30 de septiembre de 2008

¿ A DÓNDE VAMOS CON ESTOS LÍDERES OPOSITORES?

Cuando uno analiza con objetividad y serenidad el accionar y la actuación de nuestro dirigentes opositores, se siente algo así como un vacío en el estómago y no se puede evitar la angustia y el pesar Y, como el Chapulín, preguntarse: ”!Oh!..... ¿Y ahora quién podrá ayudarme?”.
Líderes como Manuel Rosales, Julio Borges, Enrique Capriles, William Ojeda, Claudio Fermín y muchos otros más -podríamos decir sin temor a equivocarnos, que casi todos los supuestos líderes de la oposición- tienen un común denominador: No emocionan a nadie. No despiertan en la gran masa opositora de este país el más mínimo sentimiento de euforia ni siquiera de esperanza. En este país se es opositor por convicciones propias, por necesidades propias. Por tener valores propios. Y por más nada. No se es opositor porque alguna persona con claridad de ideas, con inteligencia, convencido de su misión, con visión de país, con capacidad de aglutinar a las gentes detrás de sí en un proyecto que él encarne y que la mayoría comparta y con el cual se sienta identificado y sobre todo con amor por Venezuela y su gente, nos enseñe el camino. Si de los dirigentes políticos opositores actuales dependiera, aquí no habría oposición. ¡Qué tristeza! Y qué desgracia para nuestra nación.
Cuando se ve la forma en que los lamentables y vulgares voceros del oficialismo como los Mario Silva, Alberto Nolia y otros, además del propio dueño del circo, se refieren a los líderes opositores, uno no puede evitar el preguntarse si esa gente no tiene algo de razón para expresarse de la manera en que lo hacen.
Además de sus desbocadas apetencias personales que los lleva a dar un vergonzoso y lamentable espectáculo ante el país, dónde se observa que hay muy pocas ganas de cumplir un pacto mínimo y necesario de cara a las elecciones regionales de Noviembre; vemos que debido a su lamentable miopía o ignorancia política no se ataca con suficiente sentido político la administración de este gobierno ni siquiera en los aspectos más emblemáticos de su desastrosa acción gubernamental.
Muchos analistas locales y extranjeros opinan que Chávez aún está en el poder por no tener una verdadera oposición. A mi manera de ver las cosas, el señor de Miraflores ha violado tantas veces las leyes del país, que ya, a esta hora, debería estar juzgado por todos sus desafueros y corruptelas y junto con él, sus allegados y aprovechadores. Sin embargo, dada las cosas que vemos día a día, las esperanzas de que esto ocurra son cada vez más débiles. Sinceramente, con estos líderes que tenemos, creo que no vamos a llegar a ningún lado. Sencillamente les falta guáramo, temple, coraje y sobre todo, amor por Venezuela. ¿A cuántos de ellos se les ha señalado connivencia con el gobierno? Sólo basta recordar su comportamiento en los meses álgidos del Referendo Revocatorio; así como su tibio comportamiento en las angustiosas horas posteriores a la votación de la Reforma Constitucional. A estas alturas el CNE aún no ha dado las cifras definitivas de esa consulta y ¿la oposición qué? ……¡Bien, gracias! Pero ni siquiera ellos se toman la molestia de decirle al país cuáles fueron los resultados según sus propios cálculos. ¿Será verdad el rumor que según dicen algunos la ventaja del NO ronda los 10 puntos porcentuales? Y ahora vemos como figuras emblemáticas de la oposición a MARISABEL de CHÁVEZ y a BADUEL!.... Por amor a DIOS!.... ¿ En qué país de locos estamos?.........POR FAVOR!!!!!!!!
¿Y qué ha ocurrido en Venezuela en los últimos tiempos? Pues, que los periodistas y medios de comunicación han asumido la lucha que debieron haber entablado los líderes políticos. Así vemos que a diario, y a riesgo de su propia vida y libertad e incluso de su integridad familiar, los periodistas se esfuerzan por mantener informado al pueblo, reportando hechos, haciendo denuncias peligrosas que van en contra del poder instaurado en el país. Ya quisieran muchos políticos de la oposición tener el arrastre y credibilidad que tienen algunos periodistas venezolanos. No es necesario mencionar nombres: el país sabe de quienes estoy hablando.
Hace pocos días el pueblo venezolano pudo presenciar con estupor y vergüenza, a través de las pantallas de un canal privado opositor y fuerte crítico del gobierno, cómo, una vez más, una de las más connotadas y violentas seguidoras del proceso revolucionario e incondicional paladin del inquilino de Miraflores, se dio el tupé en forma impúdica y sonrojante, de declarar ENEMIGOS DE LA REVOLUCIÓN y OBJETIVOS MILITARES DE LAS MILICIAS BOLIVARIANAS a varios periodistas de ese canal de tv, sin que hasta ahora la justicia ni los organismos de seguridad ciudadana se hayan dado por enterados. ¿Acaso este acto no significa al buen entendedor que estos venezolanos ya están marcados para ser perseguidos y eliminados por las bandas de delincuentes armados que apoyan y son sostenidos por el gobierno bolivariano? Pero a pesar de estas amenazas, estos nobles y valerosos periodistas siguen desarrollando su tesonera y altamente peligrosa. Labor.
Como si esto fuera poco, ahora vemos al Sr. William Ojeda, vicepresidente del partido UNT, en su columna periodística, atacar y maltratar a la Ciudadana Martha Colomina por no estar de acuerdo con lo afirmado por ésta periodista. La Sra. Colomina se ha convertido en uno de los más acérrimos críticos de este desgobierno así como también cuestiona vehementemente a la oposición venezolana por sus torpezas y errores. Por lo que se le debe consideración y respeto sobre todo de alguien que se dice “dirigente político”.
Reconozco que oír a la Sra. Colomina o estar de acuerdo con ella, no es fácil. Particularmente yo era un asiduo oyente de sus programas radiales y veía también con frecuencia su programa de opinión en el canal 10. Pero ya no los oigo. Considero que a veces abusa de su papel al frente de un medio radioeléctrico y con frecuencia pierde la perspectiva y la sindéresis que debe predominar en un profesional de la comunicación social. Pero, de allí a tratarla despectivamente, -se refiere a ella como “la doñita”-; o acusarla de intolerancia o de falta de humanidad o referirse a su “falso intelecto” y otras cosas más, es por los menos desconsiderado y falta de respeto. Y afirmar que posturas como la de Martha Colomina permiten al gobierno justificar su comportamiento antidemocrático frente a los medios de comunicación es francamente risible y sin sentido. Vale la pena preguntarse: dónde estaría Venezuela y cómo sería la vida de los venezolanos con este mal gobierno, si no fuese por la conducta valiente y decidida de periodistas como la Sra. Colomina (por solo nombrar una sola) y algunos medios de comunicación. Además, como periodista, ella está en el deber de informar, de denunciar o de criticar cualquier hecho de interés público o que involucre a un personaje público.
El Sr. Ojeda ha hecho algo que creía era impensable en alguien que dice ser un dirigente político de la oposición. Con su ataque desmedido a la Ciudadana Martha Colomina, creo que ha descendido a la categoría de los Silva y de los Nolia. Cierto que no ha utilizado, por ahora, las vulgaridades, cosa que le agradecemos en el alma. Me atrevo a sugerirle a este supuesto líder político de la oposición que se disculpe ante la Periodista y sobre todo ante el país.

lunes, 29 de septiembre de 2008

EDUCACION EN EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI


Comenzó el nuevo período escolar y al igual que ocurre al inicio de un nuevo año, es propicio el momento para formularse buenas y mejores intenciones. Es el momento de plantearse nuevos retos y creer, convencidos, que alcanzaremos las metas propuestas. Por lo que a LOS ESTUDIANTES de este país y a MIS ESTIMADOS ALUMNOS en particular le deseo el mayor de los éxitos. Ojalá logren alcanzar las metas propuestas y se hagan mejores hombres y mujeres. Que se hagan, cada vez más, mejores ciudadanos. Y por lo tanto logren convertirse en mejores seres humanos
¿Por qué siento la necesidad de exteriorizar estos sentimientos y deseos? En cualquier país medianamente decente, este hecho –el comienzo de un nuevo lapso escolar- debería ser un hecho normal, común y corriente. Pero, en esta Venezuela, inmersa en esta cosa que algunos llaman Socialismo del Siglo XXI, el éxito, y por ende, la superación del alumno venezolano, no está garantizada. Muy por el contrario, está seriamente amenazada. El éxito y desarrollo del joven venezolano está, en estos momentos sumamente comprometido de cara al porvenir.
¿Por qué pienso en forma tan negativa? Veamos: Si consideramos que la premisa de que “TODA SOCIEDAD MARCHA AL RITMO CON QUE MARCHA SU SISTEMA EDUCATIVO”, es cierta, entonces tendremos que concluir que nuestra nación marcha hacia atrás. Vivimos una profunda crisis de valores. Tal vez el origen de ésta crisis no se la podemos achacar al régimen actual o al sistema educativo vigente. Pero sí tendremos que “agradecerle” su deterioro alarmante y sostenido a este lamentable y triste gobierno. Con este SOCIALISMO DEL SIGLO XXI, lejos de visualizar un avance hacia el desarrollo, lo que se percibe es un deterioro en la calidad de la educación venezolana. Y como consecuencia de ello, un retroceso en la conformación de nuestra sociedad. Un sistema educativo basado en la mediocridad, no puede producir otro resultado que no sea hombres y mujeres mediocres. Un sistema educativo que no estimule “la consecución del logro”, que no valore el esfuerzo propio ni el trabajo propio, sólo sirve para fabricar hombres y mujeres mediatizados y acostumbrados al facilismo y la paternalismo de una persona o ente que le alimente, sostenga y cubra sus necesidades. Esto último cae como anillo al dedo a los intereses del actual régimen que impera en Venezuela. ¿No es esto lo que está ocurriendo hoy día en nuestro querido y maltratado país?
Recién acaba de finalizar el año escolar 2007-2008, y al igual que ha venido ocurriendo desde hace algunos años, el rendimiento académico de los alumnos cursantes, principalmente en primaria y educación media, es cada vez más bajo. La calidad académica de nuestros educandos es cada vez menos satisfactoria. La sobre protección a los alumnos, la exacerbada repetición de exámenes y actividades evaluativas, la disminución de los niveles requeridos para la aprobación así como la implantación de programas educativos no cónsonos con nuestra realidad, aunado a la escasez de recursos educativos, ha llevado irremediablemente a una disminución de la calidad de nuestros egresados.
Desde hace mucho tiempo, la educación en Venezuela vive y padece una serie de carencias tales como, recursos económicos insuficientes, deficientes planes de estudios, inadecuada preparación del personal docente, además de otros males; entre los cuales vale señalar una inadecuada visión de país por parte de nuestros políticos y dirigentes, los cuales, con muy pocas excepciones, no tienen claro el papel y la importancia de aspectos tan relevantes para una nación como son la salud y la educación de su población. Por lo que estamos cansados de ver a la hora de formular los presupuestos nacionales, los consabidos regateos para la salud y la educación. Mientras el presupuesto para la parte militar y policial eran y son intocables, así como cada vez más abundantes.
Ante el sombrío panorama que se nos presenta por delante, ¿qué podemos hacer? Bueno: lo mejor que se me ocurre para romper un círculo vicioso es atacarlo por su punto más débil. No estoy descubriendo el agua tibia. En este caso, me permito el abuso de hacer un llamado a los Padres y Representantes. Si queremos tratar de mejorar la situación, debemos involucrarnos en ella. Ya basta de dejarles a los docentes la mayor parte de la carga que significa la educación y formación de un niño o de un joven. En esta Venezuela actual, donde la vida de una persona importa muy poco; donde la ilegalidad, la corrupción y la delincuencia impera incluso a los más altos niveles del gobierno; donde la inseguridad personal y jurídicas se han adueñado de las calles y de la vida ciudadana; donde cada vez hay menos empresas privadas y por lo tanto menos fuentes de empleo; donde los egresados universitarios tienen que emigrar a otros lares en busca de oportunidades que su propio país les niega; donde se ha despilfarrado una ingente cantidad de dinero en un proyecto político para el cual no fue electo el actual régimen, - cosa que lo convierte en ilegítimo- ; donde la meritocracia ha sido sustituida por una militancia postrada, castrada y obediente; los docentes poco, muy poco, podemos hacer sin la ayuda, participación y compromiso de los Padres y Representantes.
Señor Padre y Representante: Si por desidia, negligencia, comodidad o cansancio o cualquiera otra excusa, permites que la actual situación se prolongue, entonces, no te quejes después. Si en vez de establecerle exigencias y responsabilidades a tu hijo o representado, permites que éste se arrope y beneficie –aparentemente- con las disposiciones que apañan y estimulan una conducta inconveniente que claramente atenta contra los intereses futuros de tu hijo o representado, entonces, no te lamentes después.
Recuerda que a un producto que va a competir en un mercado, se le debe sumar un valor agregado. No olvides que, ante la baja calidad de una materia prima, sólo el aporte de valor agregado genera demanda. Y cuando esta tragedia termine, cuando este huracán destructor pase, y llegue el tiempo de reconstrucción y consolidación de una nueva sociedad venezolana, el mérito de agregar valor tocará de nuevo a las puertas de nuestra sociedad. Y entonces, permíteme preguntarte: ¿Estará tu hijo o representado preparado para los nuevos roles que habrán de jugarse en la nueva Venezuela?