Cuando uno analiza con objetividad y serenidad el accionar y la actuación de nuestro dirigentes opositores, se siente algo así como un vacío en el estómago y no se puede evitar la angustia y el pesar Y, como el Chapulín, preguntarse: ”!Oh!..... ¿Y ahora quién podrá ayudarme?”.
Líderes como Manuel Rosales, Julio Borges, Enrique Capriles, William Ojeda, Claudio Fermín y muchos otros más -podríamos decir sin temor a equivocarnos, que casi todos los supuestos líderes de la oposición- tienen un común denominador: No emocionan a nadie. No despiertan en la gran masa opositora de este país el más mínimo sentimiento de euforia ni siquiera de esperanza. En este país se es opositor por convicciones propias, por necesidades propias. Por tener valores propios. Y por más nada. No se es opositor porque alguna persona con claridad de ideas, con inteligencia, convencido de su misión, con visión de país, con capacidad de aglutinar a las gentes detrás de sí en un proyecto que él encarne y que la mayoría comparta y con el cual se sienta identificado y sobre todo con amor por Venezuela y su gente, nos enseñe el camino. Si de los dirigentes políticos opositores actuales dependiera, aquí no habría oposición. ¡Qué tristeza! Y qué desgracia para nuestra nación.
Cuando se ve la forma en que los lamentables y vulgares voceros del oficialismo como los Mario Silva, Alberto Nolia y otros, además del propio dueño del circo, se refieren a los líderes opositores, uno no puede evitar el preguntarse si esa gente no tiene algo de razón para expresarse de la manera en que lo hacen.
Además de sus desbocadas apetencias personales que los lleva a dar un vergonzoso y lamentable espectáculo ante el país, dónde se observa que hay muy pocas ganas de cumplir un pacto mínimo y necesario de cara a las elecciones regionales de Noviembre; vemos que debido a su lamentable miopía o ignorancia política no se ataca con suficiente sentido político la administración de este gobierno ni siquiera en los aspectos más emblemáticos de su desastrosa acción gubernamental.
Muchos analistas locales y extranjeros opinan que Chávez aún está en el poder por no tener una verdadera oposición. A mi manera de ver las cosas, el señor de Miraflores ha violado tantas veces las leyes del país, que ya, a esta hora, debería estar juzgado por todos sus desafueros y corruptelas y junto con él, sus allegados y aprovechadores. Sin embargo, dada las cosas que vemos día a día, las esperanzas de que esto ocurra son cada vez más débiles. Sinceramente, con estos líderes que tenemos, creo que no vamos a llegar a ningún lado. Sencillamente les falta guáramo, temple, coraje y sobre todo, amor por Venezuela. ¿A cuántos de ellos se les ha señalado connivencia con el gobierno? Sólo basta recordar su comportamiento en los meses álgidos del Referendo Revocatorio; así como su tibio comportamiento en las angustiosas horas posteriores a la votación de la Reforma Constitucional. A estas alturas el CNE aún no ha dado las cifras definitivas de esa consulta y ¿la oposición qué? ……¡Bien, gracias! Pero ni siquiera ellos se toman la molestia de decirle al país cuáles fueron los resultados según sus propios cálculos. ¿Será verdad el rumor que según dicen algunos la ventaja del NO ronda los 10 puntos porcentuales? Y ahora vemos como figuras emblemáticas de la oposición a MARISABEL de CHÁVEZ y a BADUEL!.... Por amor a DIOS!.... ¿ En qué país de locos estamos?.........POR FAVOR!!!!!!!!
¿Y qué ha ocurrido en Venezuela en los últimos tiempos? Pues, que los periodistas y medios de comunicación han asumido la lucha que debieron haber entablado los líderes políticos. Así vemos que a diario, y a riesgo de su propia vida y libertad e incluso de su integridad familiar, los periodistas se esfuerzan por mantener informado al pueblo, reportando hechos, haciendo denuncias peligrosas que van en contra del poder instaurado en el país. Ya quisieran muchos políticos de la oposición tener el arrastre y credibilidad que tienen algunos periodistas venezolanos. No es necesario mencionar nombres: el país sabe de quienes estoy hablando.
Hace pocos días el pueblo venezolano pudo presenciar con estupor y vergüenza, a través de las pantallas de un canal privado opositor y fuerte crítico del gobierno, cómo, una vez más, una de las más connotadas y violentas seguidoras del proceso revolucionario e incondicional paladin del inquilino de Miraflores, se dio el tupé en forma impúdica y sonrojante, de declarar ENEMIGOS DE LA REVOLUCIÓN y OBJETIVOS MILITARES DE LAS MILICIAS BOLIVARIANAS a varios periodistas de ese canal de tv, sin que hasta ahora la justicia ni los organismos de seguridad ciudadana se hayan dado por enterados. ¿Acaso este acto no significa al buen entendedor que estos venezolanos ya están marcados para ser perseguidos y eliminados por las bandas de delincuentes armados que apoyan y son sostenidos por el gobierno bolivariano? Pero a pesar de estas amenazas, estos nobles y valerosos periodistas siguen desarrollando su tesonera y altamente peligrosa. Labor.
Como si esto fuera poco, ahora vemos al Sr. William Ojeda, vicepresidente del partido UNT, en su columna periodística, atacar y maltratar a la Ciudadana Martha Colomina por no estar de acuerdo con lo afirmado por ésta periodista. La Sra. Colomina se ha convertido en uno de los más acérrimos críticos de este desgobierno así como también cuestiona vehementemente a la oposición venezolana por sus torpezas y errores. Por lo que se le debe consideración y respeto sobre todo de alguien que se dice “dirigente político”.
Reconozco que oír a la Sra. Colomina o estar de acuerdo con ella, no es fácil. Particularmente yo era un asiduo oyente de sus programas radiales y veía también con frecuencia su programa de opinión en el canal 10. Pero ya no los oigo. Considero que a veces abusa de su papel al frente de un medio radioeléctrico y con frecuencia pierde la perspectiva y la sindéresis que debe predominar en un profesional de la comunicación social. Pero, de allí a tratarla despectivamente, -se refiere a ella como “la doñita”-; o acusarla de intolerancia o de falta de humanidad o referirse a su “falso intelecto” y otras cosas más, es por los menos desconsiderado y falta de respeto. Y afirmar que posturas como la de Martha Colomina permiten al gobierno justificar su comportamiento antidemocrático frente a los medios de comunicación es francamente risible y sin sentido. Vale la pena preguntarse: dónde estaría Venezuela y cómo sería la vida de los venezolanos con este mal gobierno, si no fuese por la conducta valiente y decidida de periodistas como la Sra. Colomina (por solo nombrar una sola) y algunos medios de comunicación. Además, como periodista, ella está en el deber de informar, de denunciar o de criticar cualquier hecho de interés público o que involucre a un personaje público.
El Sr. Ojeda ha hecho algo que creía era impensable en alguien que dice ser un dirigente político de la oposición. Con su ataque desmedido a la Ciudadana Martha Colomina, creo que ha descendido a la categoría de los Silva y de los Nolia. Cierto que no ha utilizado, por ahora, las vulgaridades, cosa que le agradecemos en el alma. Me atrevo a sugerirle a este supuesto líder político de la oposición que se disculpe ante la Periodista y sobre todo ante el país.
Líderes como Manuel Rosales, Julio Borges, Enrique Capriles, William Ojeda, Claudio Fermín y muchos otros más -podríamos decir sin temor a equivocarnos, que casi todos los supuestos líderes de la oposición- tienen un común denominador: No emocionan a nadie. No despiertan en la gran masa opositora de este país el más mínimo sentimiento de euforia ni siquiera de esperanza. En este país se es opositor por convicciones propias, por necesidades propias. Por tener valores propios. Y por más nada. No se es opositor porque alguna persona con claridad de ideas, con inteligencia, convencido de su misión, con visión de país, con capacidad de aglutinar a las gentes detrás de sí en un proyecto que él encarne y que la mayoría comparta y con el cual se sienta identificado y sobre todo con amor por Venezuela y su gente, nos enseñe el camino. Si de los dirigentes políticos opositores actuales dependiera, aquí no habría oposición. ¡Qué tristeza! Y qué desgracia para nuestra nación.
Cuando se ve la forma en que los lamentables y vulgares voceros del oficialismo como los Mario Silva, Alberto Nolia y otros, además del propio dueño del circo, se refieren a los líderes opositores, uno no puede evitar el preguntarse si esa gente no tiene algo de razón para expresarse de la manera en que lo hacen.
Además de sus desbocadas apetencias personales que los lleva a dar un vergonzoso y lamentable espectáculo ante el país, dónde se observa que hay muy pocas ganas de cumplir un pacto mínimo y necesario de cara a las elecciones regionales de Noviembre; vemos que debido a su lamentable miopía o ignorancia política no se ataca con suficiente sentido político la administración de este gobierno ni siquiera en los aspectos más emblemáticos de su desastrosa acción gubernamental.
Muchos analistas locales y extranjeros opinan que Chávez aún está en el poder por no tener una verdadera oposición. A mi manera de ver las cosas, el señor de Miraflores ha violado tantas veces las leyes del país, que ya, a esta hora, debería estar juzgado por todos sus desafueros y corruptelas y junto con él, sus allegados y aprovechadores. Sin embargo, dada las cosas que vemos día a día, las esperanzas de que esto ocurra son cada vez más débiles. Sinceramente, con estos líderes que tenemos, creo que no vamos a llegar a ningún lado. Sencillamente les falta guáramo, temple, coraje y sobre todo, amor por Venezuela. ¿A cuántos de ellos se les ha señalado connivencia con el gobierno? Sólo basta recordar su comportamiento en los meses álgidos del Referendo Revocatorio; así como su tibio comportamiento en las angustiosas horas posteriores a la votación de la Reforma Constitucional. A estas alturas el CNE aún no ha dado las cifras definitivas de esa consulta y ¿la oposición qué? ……¡Bien, gracias! Pero ni siquiera ellos se toman la molestia de decirle al país cuáles fueron los resultados según sus propios cálculos. ¿Será verdad el rumor que según dicen algunos la ventaja del NO ronda los 10 puntos porcentuales? Y ahora vemos como figuras emblemáticas de la oposición a MARISABEL de CHÁVEZ y a BADUEL!.... Por amor a DIOS!.... ¿ En qué país de locos estamos?.........POR FAVOR!!!!!!!!
¿Y qué ha ocurrido en Venezuela en los últimos tiempos? Pues, que los periodistas y medios de comunicación han asumido la lucha que debieron haber entablado los líderes políticos. Así vemos que a diario, y a riesgo de su propia vida y libertad e incluso de su integridad familiar, los periodistas se esfuerzan por mantener informado al pueblo, reportando hechos, haciendo denuncias peligrosas que van en contra del poder instaurado en el país. Ya quisieran muchos políticos de la oposición tener el arrastre y credibilidad que tienen algunos periodistas venezolanos. No es necesario mencionar nombres: el país sabe de quienes estoy hablando.
Hace pocos días el pueblo venezolano pudo presenciar con estupor y vergüenza, a través de las pantallas de un canal privado opositor y fuerte crítico del gobierno, cómo, una vez más, una de las más connotadas y violentas seguidoras del proceso revolucionario e incondicional paladin del inquilino de Miraflores, se dio el tupé en forma impúdica y sonrojante, de declarar ENEMIGOS DE LA REVOLUCIÓN y OBJETIVOS MILITARES DE LAS MILICIAS BOLIVARIANAS a varios periodistas de ese canal de tv, sin que hasta ahora la justicia ni los organismos de seguridad ciudadana se hayan dado por enterados. ¿Acaso este acto no significa al buen entendedor que estos venezolanos ya están marcados para ser perseguidos y eliminados por las bandas de delincuentes armados que apoyan y son sostenidos por el gobierno bolivariano? Pero a pesar de estas amenazas, estos nobles y valerosos periodistas siguen desarrollando su tesonera y altamente peligrosa. Labor.
Como si esto fuera poco, ahora vemos al Sr. William Ojeda, vicepresidente del partido UNT, en su columna periodística, atacar y maltratar a la Ciudadana Martha Colomina por no estar de acuerdo con lo afirmado por ésta periodista. La Sra. Colomina se ha convertido en uno de los más acérrimos críticos de este desgobierno así como también cuestiona vehementemente a la oposición venezolana por sus torpezas y errores. Por lo que se le debe consideración y respeto sobre todo de alguien que se dice “dirigente político”.
Reconozco que oír a la Sra. Colomina o estar de acuerdo con ella, no es fácil. Particularmente yo era un asiduo oyente de sus programas radiales y veía también con frecuencia su programa de opinión en el canal 10. Pero ya no los oigo. Considero que a veces abusa de su papel al frente de un medio radioeléctrico y con frecuencia pierde la perspectiva y la sindéresis que debe predominar en un profesional de la comunicación social. Pero, de allí a tratarla despectivamente, -se refiere a ella como “la doñita”-; o acusarla de intolerancia o de falta de humanidad o referirse a su “falso intelecto” y otras cosas más, es por los menos desconsiderado y falta de respeto. Y afirmar que posturas como la de Martha Colomina permiten al gobierno justificar su comportamiento antidemocrático frente a los medios de comunicación es francamente risible y sin sentido. Vale la pena preguntarse: dónde estaría Venezuela y cómo sería la vida de los venezolanos con este mal gobierno, si no fuese por la conducta valiente y decidida de periodistas como la Sra. Colomina (por solo nombrar una sola) y algunos medios de comunicación. Además, como periodista, ella está en el deber de informar, de denunciar o de criticar cualquier hecho de interés público o que involucre a un personaje público.
El Sr. Ojeda ha hecho algo que creía era impensable en alguien que dice ser un dirigente político de la oposición. Con su ataque desmedido a la Ciudadana Martha Colomina, creo que ha descendido a la categoría de los Silva y de los Nolia. Cierto que no ha utilizado, por ahora, las vulgaridades, cosa que le agradecemos en el alma. Me atrevo a sugerirle a este supuesto líder político de la oposición que se disculpe ante la Periodista y sobre todo ante el país.